Sin que sirva de precedente y como deferencia a las criaturas del otro lado, hoy tiro la casa por la ventana y pondré dos entradas seguidas. Ya hace unos días que salí de Kuala Lumpur, y aún sigo preguntándome donde vive la gente allí. Rascacielos gigantescos, trenes monorrail, palmeras, parques, centros comerciales demenciales y niñas punkrocker con velos. Todo muy limpio y ordenado, así que no me sorprendió mucho el ver a una familia entera de macacos cruzando diligentemente la calle por un paso de cebra. No subí a las torres Petronas porque aunque es gratis, mi pereza habitual me hizo llegar varias horas después de que los tickets del día se agotaran. Subí, eso si, los 280 metros de la KL Tower. Estuvimos en el estudio de grabación de Azhar y Otam, los malayos que conocimos en Perhentian Kecil, y acabamos haciendo el tarambaina con los intrumentos hasta las mil. Me sintronicé en tiempo récord en una clínica del barrio y resultados del análisis directamente por vía email. Paseos por Chinatown y Little India, y Sun Kil Moon ´tiny cities made of ashes´de banda sonora en los trayectos de monorrail.

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